OceanGate pone fin a sus expediciones y operaciones comerciales. La empresa de investigación y exploración, propietaria del sumergible Titan, que implosionó durante una visita a los restos del Titanic con cinco pasajeros a bordo, no hará más viajes al trasatlántico y tampoco a otros destinos como aún publicita en su web.
La propia compañía ha publicado una frase pequeña y concisa en su página, casi imperceptible si el lector no rebusca por la cabecera de la misma, en la que simplemente dice que ha suspendido su actividad.
En ningún sitio pone nada más y las expediciones ofertadas, algunas para el próximo año, siguen estando detalladas. El sumergible accidentado tenía previsto navegar por las profundidades del océano tanto en las Azores como en las Bahamas en los próximos meses.
Así es como también consiguieron hacer hasta tres viajes con el submarino al Titanic.
«Sigue los pasos de Jacques Cousteau y conviértete en un explorador submarino, comenzando con una inmersión en los restos del RMS Titanic.
Esta es tu oportunidad de salir de la vida cotidiana y descubrir algo realmente extraordinario», reza la promoción, en la que se detalla que el viaje tiene un coste de 250.000 dólares.