La compañía Avon Products, Inc, una sociedad tenedora de acciones con sede en Estados Unidos y propietaria de la marca de cosméticos Avon, inició procedimientos en el Tribunal de Quiebras para el Distrito de Delaware.
Esta crisis financiera se atribuye principalmente a más de 386 demandas relacionadas con productos a base de talco que presuntamente contenían sustancias cancerígenas.
De acuerdo a su director de restructuración, Philip Gund, la empresa ha hecho un gasto de 225 millones de dólares para defenderse de las demandas por daños personales y no dispone de liquidez suficiente para resolver los casos.
Además, Gund explicó a Bloomberg que la empresa espera que el número de demandas “siga aumentando si no se encuentra una solución permanente”.
Precisamente el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras está diseñado para permitir a las empresas con grandes dificultades financieras reestructurar sus deudas.
