El expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha sufrido este domingo un nuevo intento de asesinato después de que un individuo, que fue detenido por el Servicio Secreto y no llegó a disparar, se aproximara al campo de golf en el que estaba jugando el candidato republicano, armado con un rifle AK-47 con mira telescópica.
El sospechoso, un hombre de 58 años que se llama Ryan Wesley Routh y ha vivido en Carolina del Norte y en Hawái, según medios locales.
El FBI ha indicado más tarde que investiga el suceso como un «intento de asesinato». «El FBI ha respondido a West Palm Beach, Florida, y está investigando lo que parece ser un intento de asesinato del expresidente Trump», ha apuntado en un comunicado.
Posteriormente, el sheriff de West Palm Beach, Ric Bradshaw, ha indicado en una rueda de prensa que hay una persona detenida en relación con estos hechos. Según ha detallado, un agente del Servicio Secreto que avanzaba a uno o dos hoyos por delante de Trump en el campo de golf advirtió el cañón de un rifle asomando por la valla de las instalaciones y abrió fuego en esa dirección.
Según ha indicado, un testigo vio al sospechoso salir corriendo de entre los arbustos y meterse en un vehículo, un Nissan negro, y le sacó una fotografía a la matrícula del coche. Esto permitió a los agentes interceptar el vehículo y detenerle, tras lo cual fue identificado por el testigo. Entre los arbustos donde presuntamente se ubicaba el tirador se ha encontrado un rifle AK-47 con mirilla, así como dos bolsas y una cámara Go Pro, según ha detallado Bradshaw.