Hace cuatro días que Cuba recibió el impacto del huracán Rafael y este domingo sus habitantes volvieron a recibir un golpe de la naturaleza.
A las 11:50 de la mañana, el suelo cubano se estremeció con un terremoto de magnitud 5.9 y, una hora después, volvió a temblar con mayor intensidad, alcanzando una magnitud de 6.8, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba (Cenais) detalló que el segundo temblor, registrado a las 12:49 p.m. hora local, se sintió en todas las provincias orientales, incluyendo Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Las Tunas y Holguín, y en provincias del centro-este, como Camagüey y Ciego de Ávila.
Ambos sismos se originaron cerca del municipio de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, a profundidades de entre 10 y 23 kilómetros bajo el mar.
Tras los sismos, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico emitió un aviso señalando que no había una amenaza significativa de tsunami, aunque sí una posibilidad mínima de oleaje en las costas más cercanas al epicentro.
El Centro Nacional de Alerta de Tsunamis en Palmer, Alaska, también descartó cualquier riesgo de tsunami para la costa este de Estados Unidos, el Golfo de México y la costa este de Canadá.
Cuba pide preparación sísmica
Ante la posibilidad de réplicas, las autoridades cubanas han instado a la población a mantenerse atenta y a reportar cualquier actividad sísmica adicional.
Cuba, al igual que gran parte del Caribe, experimenta sismos ocasionales debido a la interacción de varias placas tectónicas.