Colombia vivió este jueves una sangrienta jornada con dos ataques en distintas regiones que dejaron 18 muertos y decenas de heridos en la peor embestida de los grupos armados en la última década.
El primer atentado ocurrió en El Chispero, una zona rural de Amalfi, en el departamento de Antioquia (noroeste), donde 12 policías antinarcóticos murieron al ser impactado el helicóptero en que se transportaban para una operación de erradicación de cultivos ilícitos.
Horas después en Cali, capital del departamento de Valle del Cauca (suroeste), un camión cargado con explosivos fue detonado en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, donde se forman los miembros de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), dejando seis personas muertas y 65 heridas, todas civiles que pasaban por el lugar, según el último balance de la Alcaldía.
«Colombia merece vivir en paz. Lo ocurrido hoy en Cali frente a la Base Aérea Marco Fidel Suárez es un acto cobarde y criminal que rechazamos de manera absoluta», manifestó la vicepresidenta, Francia Márquez.
La explosión dejó además una enorme destrucción en un tramo de la Carrera Octava de Cali, una transitada avenida llena de comercios donde está situada la base contra la cual iba dirigido el atentado. Las autoridades confirmaron la detención en el lugar de un hombre que al parecer forma parte de las disidencias de las FARC.