El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este lunes una solicitud para anular su decisión histórica de 2015 que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.La petición había sido presentada por grupos conservadores que argumentaban razones religiosas y estatales, buscando revertir el precedente del caso Obergefell v. Hodges. Sin embargo, los jueces optaron por no reabrir el debate, reafirmando que el derecho al matrimonio igualitario sigue siendo constitucional y plenamente vigente.Este fallo representa un respiro para millones de familias que temían que el avance del conservadurismo judicial pudiera poner en riesgo uno de los mayores logros en materia de derechos civiles de las últimas décadas.